domingo, 6 de septiembre de 2009

Reflejo

REFLEJO

Con apenas una mirada de la estela q deja mi reflejo, puedo observar mis últimos días, consecuencia del resto de mis días, consecuencia natural e inevitable del presente. Me paro sin detenerme frente a mi fortuna, al acomodo de los astros, al movimiento de energía para otros o la simple casualidad escépticista, sin querer razonar, sin querer pensar y sobre todo sin actuar. Dejando en el olvido todo intento de comerciante avivado de una posible venta y alejado de las mas eficaces técnicas de seducción sin ánimos de galán ni de charlatán. Ahí me veo, yo, solamente yo, sin las utilizadas viejas herramientas, despojado del peso de ellas, sin el mameluco que tanto pesa, puedo mirarme, casi desconocido por la ausencia de toda estrategia.
La liviandad de mi nuevo andar, me permite viajar, no se que tan rápido, no creo que quiera mas velocidad, solo siento mi andar recto, al fin derecho. No es que sea justamente una nueva manera o una nueva estrategia, soy lo que fui y lo que no quiero volver a ser. Parado, como tantas veces frente a mi peor enemigo, sigo luchando contra el, ese conjunto de limitaciones y miedos que nos lleva a armarnos, de hacernos coleccionistas de armas y expertos belicosos en vez de ser conductores dirigidos a la paz. Ya no quiero dormir con el manual del hombre post-moderno, pro-canchero, pro-boludo. Quiero acostarme y soñar, mi propio sueño, no el impuesto no con el ideal de personas que no somos ni vos ni yo. No se puede encontrar el ideal, no existe, no lo vale, es solo una gigantografía de un perfecto estudio de mercado, estudiado en cada detalle, una perfección inhumana, imposible de sentir, de jugarse, de entender y mucho menos de amar.
Vuelvo a erguirme frente a todo, frente a mi, encarando esta vez mi con propio saber, ya olvidado el personaje interesante aparezco liberado de frenos y me expongo a sentir, me puedo reír, puedo proponer y propongo la grandeza de lo simple, tan simple como soy, como somos. Ya no creo en los Súper Héroes q dejan entrever sus partes por sus finas calzas, descreído de toda magia solo acepto dormir en la tranquilidad humana y así despertar, caminar hasta ver mi reflejo y no asustarme de ello.

Ezequiel Rabines.

No hay comentarios:

Publicar un comentario