miércoles, 10 de marzo de 2010

Iguales

Esta vez quiero ejercitar la idea de la igualdad, será simplemente un derecho adquirido o un noble sentimiento? Para comenzar hay que recordar los orígenes de nuestra sociedad, descifrar si el hombre es el lobo del hombre o si naturalmente somos buenos. Muchas posturas se presentaron en lo largo de la historia, muchas teorías conocidas han llegado a conclusiones tomadas por la mayoría de los grandes pensadores y sobre todo por la comunidad, pero como siempre propongo, pensemos cada uno de nosotros que creemos al respecto, si en esencia nacemos con igualdad de condiciones o la propia naturaleza expone en carne viva las diferencias que se propagan por el resto de nuestras vidas. Parece ser, sin hacer un gran estudio de campo, que la desigualdad se hace presente entre nosotros, es fácil decir que según donde se nace las posibilidades de una vida digna varía considerablemente. Las diferencias de clases son taxativas, notorias e ineludibles. La lucha de clases ha logrado con mucho o poco éxito, implantar la idea de la igualdad entre las personas, idea que a principio de siglo parecía ridícula y gracias al aporte del cristianismo que después fue alzada por los revolucionarios franceses se implantó la figura de la igualdad. Fíjese, que en las sociedades donde el cristianismo no ha ingresado, el concepto de igualdad entre las personas, no figura en su listado de derechos. De todas formas y es lo que mas me llama la atención, la lucha de clases aún persiste, aún da batalla, sea en el oriente como en el occidente y sin desmerecer el reconocimiento de igualdad existente, que frente a ciertas circunstancias parece pecar de ausencia, agradezco la mínima validez de igualdad.

Ahora bien, otra de las cosas en las que suelo pensar, es en descubrir si para lograr un consenso general y una implementación de un sistema igualitario, debe ser elevado desde la base de la sociedad hasta lo mas alto de la pirámide social o descendido de la cima con un sistema jurídico que garantice el mismo trato igualitario. Revolucionario o no, ascendente o descendente, en la forma que sea, apuesto a la implementación de un sistema igualitario y lo quiero llevar, este caso, a un ejercicio individual, a una practica diaria, así que imaginemos esto, intentemos despojarnos sutilmente de las estructuras que nos atan a un mundo rígido y estanco, llevemos el pensamiento a la gente que esta a nuestro lado, fijemos la vista en ellos, sin odio ni rencores, observemos muy adentro y podemos ver que fueron niños tal como lo fuimos nosotros, encontremos el mismo punto de partida, esquivemos los colores, los orígenes, las tierras, los tonos, el pelo y las formas, busquemos a la persona, que solemos convivir, fijemos fuertemente el pensamiento y el sentimiento de igualdad, veamos que en un punto vos y yo somos a pesar de las diferencias naturales, un mismo ser, un mismo ser humano. Las diferencias sin lugar a dudas van a persistir en lo cotidiano y con eso vasta, pero mi propuesta esta en descubrir e implementar que mediante un trato igualitario contenido de amor por el amor mismo al ser humano, nos va a abrir un espacio de armonía, un espacio de entendimiento que también nos va a permitir elegir, pero desde la base de la igualdad y el respeto, dejemos de lado el clasismo por el consumismo mismo, quien quiere creer que por obtener un bien material determinado tiene derecho alguno a clasificar.
Si miramos a nuestra familia, a nuestros amigos y nuestros amores con el ojo de la igualdad, encontraremos un infinito espacio de amor y fluidez para movernos, la clasificación, el clasismo solo nos convierte en estancos, nos coloca en una situación de inmovilidad sin sentido alguno, nos aparta y nos aleja de la felicidad, es como dejar una planta en un rincón sin luz ni agua, sin nadie que te mire, que te hable, que te riegue. No dudemos del entendimiento igualitario, de la grandeza del amor mutuo al hombre por el solo hecho que nosotros también lo somos. Una vez mas, insisto en ejercitar este derecho de igualdad en forma de sentimiento humano y verás un acercamiento a la paz.

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